El journaling potencia los procesos de coaching
En este artículo te voy a contar:
♥ Para qué hacer journaling
♥ Beneficios del journaling
♥ Cómo hacer journaling
Y te dejo, de regalo, tres plantillas descargables para que empieces a aplicarlo (o te inspires a cambiar la manera en que lo venís haciendo).
La “moda” del journaling no es algo nuevo
Si en algún momento de tu vida llevaste una especie de diario íntimo, entonces ya hiciste journaling.
Como suele pasar, se adoptan palabras anglo para algo que ya existe en nuestro vastísimo idioma: se trata sencillamente de llevar un registro diario de vivencias, sentimientos, emociones, ideas, pensamientos, proyectos… básicamente de lo que quieras.
Y, si bien la frecuencia apunta a algo diario, no es necesario que sea toooodos los días. Te diría, más bien, que según tu necesidad y objetivo.
El asunto de la tendencia actual tiene que ver con que ahora podemos hablar de muchos beneficios de hacerlo y, por eso (o para eso), si lo combinamos con alguna metodología podemos potenciar aún más su lado favorable.
¿Para qué hacer journaling?
Para organizarte
Empezás por dedicarte tiempo para vos. Con el factor tiempo presente, ya podemos pensar en una necesaria organización para destinarle unos minutos a una actividad en la que te priorizás y priorizás tus objetivos (sea cuales fueren, según la etapa, proyecto o necesidades que estés transitando).
A medida que vas generando el hábito del journaling vas dando mayor fluidez a estas dos palabras claves en tu organización: tiempo y prioridades (desde el vamos, esto ya te potencia).
Para conocerte
La información que podés obtener del journaling es increíble.
Si tu objetivo es conocerte, y abrís tus antenas para eso, te aseguro que vas a des-cubrir mucho de vos: de tus pensamientos, de tus creencias, de tus deseos, de tus emociones, de tus autoboicots, de tus mecanismos repetitivos, de tus talentos, de tus motivaciones…
El hecho de conocerte, en sí mismo, ya te potencia.
A medida que vas generando el hábito del journaling vas dando mayor fluidez a estas dos palabras claves en tu organización: tiempo y prioridades (desde el vamos, esto ya te potencia).
Para libderarte
Y si, además, con lo que vas obteniendo del journaling vas diseñando y eligiendo mejores opciones para vos, ni te cuento todo lo que podés lograr… el potencial es enorme.
Liberás tus ideas, liberás tu creatividad, liberás tus emociones…. liderás tu mente, liderás tus posibilidades, liderás tu emocionalidad.
Es importante que tengas en cuenta que, como decía, hay muchísimas maneras de hacer journaling y, a medida que vas viendo sus beneficios, vas des-cubriendote y cambiando prioridades, también podés adaptar la herramienta a cada etapa.
Ese dinamismo y posibilidad de adaptarlo y cambiarlo según necesidades y por etapas es algo que para mí es clave, porque yo soy de las que se aburren si la cosa se mantiene estática… pero cada quien a su manera 😊.
Beneficios de hacer journaling
Autoconocimiento
Metacognición
(suena complejo; es un término que hace alusión a una capacidad de autorregular el propio aprendizaje a partir de tomar consciencia sobre la propia consciencia, los propios pensamientos, etc… ya profundizaremos en este término en otro momento 😉).
Mayor claridad, profundidad y concentración.
Mejor comunicación, organización y disciplina.
Mayor y mejor energía.
Mejor emocionalidad y gestión de emociones.
Mayor consciencia de los pensamientos y autoboicots.
Mayor creatividad, mejor capacidad de análisis, y mejora de otras competencias.
Seguimiento de los avances de un plan o proyecto en particular.
Enfoque en lo que más te interesa y necesitas.
Catarsis.
¿Cómo obtener estos beneficios del journaling?
Catarsis.
Con sólo escribir, sacar de la mente lo que sea que la esté “ocupando”, incluso escribir sobre esas cosas que no compartís abiertamente con otras personas, o escribir sobre situaciones o sensaciones que ni siquiera sabés cómo poner en palabras.
Liberación.
Descargar.
Sacar, sacar, sacar.
Tan simple como eso.
(tal vez el beneficio más evidente, el que seguramente más obteníamos en la adolescencia con el “diario íntimo”).
Mayor claridad, profundidad y concentración. Mejor comunicación y organización.
El sólo hecho de dedicarte tiempo para escribir o registrar a diario te ayuda a mejorar la concentración, ordenar los pensamientos, profundizar en un proceso específico y sentir mayor claridad.
También puede resultar en que te animes a adentrarte más en esos temas que te cuestan / costaban.
A medida que corran los días de plasmar tus registros, puede resultarte más sencillo ponerles voz, palabras, describirlas… Vas a notar que fluye más tu conversación interna sobre estos temas y podés escribir sobre eso más fácilmente.
Escucharte, leerte.
De esto específicamente hablaba en el artículo del lenguaje y sus usos. El sólo hecho de escribir y, en el mismo acto, leerte es una forma de escucharte, prestar atención a tus palabras y hacerlas visibles para vos para, lógicamente, poder trabajar sobre ellas.
Escuchate y leete sin juzgarte. Ponete atención, re-conocete.
Iluminarte, cacharte, checarte.
Puede pasar que ya la primera vez que te dedicás ese momento de registrar-te, te ilumines y dés con revelaciones importantes, momentos bisagra donde ves algo nuevo que te cambia todo el panorama.
Aun así, te aseguro: mientras más practicás herramientas o actividades que te potencian, más rápidamente podés obtener nuevos momentos de iluminación.
Buscá correrte de ese lugar de juicio que suele aparecer: no hay ningún beneficio desde el juicio. Sin rótulos ni calificativos, a partir de leerte, hacete preguntas para empezar a liderarte, para encontrar aquello sobre lo que podrías trabajar.
👉 ¿Qué temas / situaciones son las que más repetís? ¿Qué expresiones utilizás? ¿En qué aspectos te enfocás más? ¿Cómo decís lo que decís? ¿Qué cosas te llaman la atención de lo que escribís?
Iluminarte, cacharte, checarte.
La emocionalidad va a cambiar ya con la simple catarsis, te lo aseguro.
Poder concentrarte en esa actividad cotidiana, puede reducir ansiedad, por ejemplo.
El hecho de poder sacar / descargar algunas cosas que tengas en tu mente, va a implicar sentirte más livian@… y así.
Ahora: ¿y si, además, incluís entre tus objetivos el de gestionar tus emociones? Yo, cada tanto, lo hago.
La primera vez que hice un registro diario de mis emociones / humor era parte de un registro del periodo menstrual y “coincidió” con una etapa en la cual mi emocionalidad era demasiado irritable y guardaba (no lo sabía) bastante frustración por detrás. Pero no fue hasta que no comencé a llevar ese registro que pude escuchar mis emociones y empezar a trabajar con ellas.
Mágico: a los pocos meses de tomar consciencia de mis estados de ánimo y emociones y, lógicamente, de tomar acción en consecuencia, mi energía cambió completamente.
Trabajar con tus pensamientos y creencias.
Al detectar expresiones / temas / enfoques, etc, vas a comenzar a tener la oportunidad de modificar la manera en que te expresás, de modificar el enfoque, las palabras que usás y cómo.
A medida que vas aprendiendo sobre vos mism@ vas a notar que es posible comenzar a liderar tus propios procesos, vas a encontrar la manera de hackear tu mente o, como digo yo, boicotear tus autoboicots.
Y esta es otra magia: cada vez lo lográs más rápidamente.
Potenciar tu creatividad, tu capacidad de análisis, tu disciplina y más competencias.
Según el método que uses en tu journaling, ya en el propio registro estás alimentando tu creatividad. ¡Más aún si el objetivo de tu registro es incluir ideas, momentos de inspiración, etc!
También según tu objetivo del journaling, tendrás más posibilidades de potenciar tu capacidad de análisis y otras competencias.
Es decir, si sólo hacés catarsis y en verdad no apuntás a conocerte, a escucharte, a trabajar con tus pensamientos y emociones, etc., entonces la atención a los detalles, la asociación de ideas, la identificación de patrones y demás, va a quedar fuera de plano.
Llevar un seguimiento de los avances de un plan o proyecto en particular.
Si hay algún proyecto particular que forma parte de tu día a día por unas semanas, podés incluirlo estructuradamente como parte de tu registro para hacerle un seguimiento sencillo y concreto (llevar registro de alimentos, gastos, valores de glucemia, avances de tus estudios para un examen, etc.).
Enfocarte más en lo que más te interesa.
Claro que a eso lo decidís vos: si únicamente te enfocás en lo que no querés, ahí va a estar puesta tu energía.
Si, en cambio, lo que querés y elegís es libderarte y te enfocás en conocerte, en lo que querés transformar, en el aprendizaje, en la oportunidad de mejora, en lo que necesitás, en los resultados… te aseguro que las posibilidades son inmensas y cada pasito que dás, por más pequeño que sea, es de expansión (a veces, en lugar de pasitos das unos saltos enormes).
¿Cómo hacer journaling?
Los métodos van desde escribir libremente lo que quieras, sin lineamientos, hasta plantillas super estructuradas con los aspectos sobre los que quieras trabajar, incluyendo recursos gráficos (colores, símbolos, emojis, collages), textos y hasta combinando con tu agenda de tareas, calendarios astrológicos, oráculos… lo-que-quieras. Y lo que te sume a vos.
Existen también herramientas digitales para hacer journaling, que se vinculan a listas de tareas, agendas y calendarios. Y, si bien he usado, recomiendo hacerlo de forma manual, por dos cosas:
– porque ayuda a potenciar algunos de los beneficios activando esas partes del cerebro que relegamos entre tanto uso de herramientas digitales ,
– porque si no acostumbrás a hacer uso de tantas herramientas digitales, puede que en vez de resultarte beneficioso te resulte complejo hacerlo. Y, con tanto beneficio, no es la idea que te desinfles antes de probar.
Un #tip que puedo darte es, en vez de escribir, podés hacer tu propio podcast: grabás tu registro diario en formato audio y después lo escuchás activamente (con las antenitas atentas) para poder modificar tu lenguaje, identificar tu emocionalidad al hablar, encontrar oportunidades de aprendizaje… así podés intervenir también en lo que venís haciendo, en lo que venís diciendo, en lo que TE venís diciendo, lo que estás creyendo, lo que venís creando.
Si sos de las manualidades, podés potenciar el universo del journaling creando lienzos variados de collages, dibujos, pinturas, colores, etc.
Si sos más del lenguaje, pues tu journaling probablemente se potencie mucho más desde lo verbal, uso de palabras, frases, síntesis, siglas, incluso inventando palabras…
Y, así, todas las opciones que te inspiren. Como decía: es totalmente libre.
3 PLANTILLAS TOTALMENTE GRATUITAS PARA VOS
Armé 3 plantillas diferentes para que puedas empezar a probar el journaling (si es que no lo has probado):
– Una de tus estados de ánimo, con un seguimiento visual diario muy sencillo, usando sólo colores.
– Otra para trabajar concretamente sobre tu lenguaje y maneras de expresarte.
– Una tercera combinando registro de emociones, disfrute, gratitud, inspiración, información cíclica.
Tenés para elegir la que se adapte más a tu necesidad. O combinar algo de las tres. O tal vez sirvan de inspiración para que armes (o modifiques) tu propia plantilla
¿Ya hacías journaling? ¿O todavía no?
¿Conocías su potencial? De cualquier manera, ya está todo listo para que empieces a beneficiarte de esta práctica que puede ser tan sencilla como poderosa… Espero te sirva y lo pongas en práctica!